Las tres grandes formas de sometimiento características de las tres grandes épocas de la civilización

Hemos visto cómo, en un estadio bastante temprano del desarrollo de la producción, la fuerza de trabajo humana llega a ser capaz de producir mucho más de lo que exige el sustento de los productores y cómo ese estadio de desarrollo es esencialmente el mismo en que nacen la división del trabajo y el intercambio entre individuos. No tardó mucho en ser descubierta la gran “verdad” de que el hombre también podía ser una mercancía, que la fuerza de trabajo humana podía llegar a ser objeto de intercambio y explotación si se hacía del hombre un esclavo. Apenas comenzaron los hombres a practicar el intercambio, ellos mismos se vieron intercambiados. El agente activo se convirtió en pasivo, independientemente de la voluntad de los hombres.
Con la esclavitud, que alcanzó su máximo desarrollo bajo la civilización, se realizó la primera gran división de la sociedad en una clase explotadora y una clase explotada. Esta división se ha mantenido durante todo el período civilizado. La esclavitud es la primera forma de explotación, la forma propia del mundo antiguo. Le suceden la servidumbre medieval y el trabajo asalariado de los tiempos modernos. Estas son las tres grandes formas de sometimiento características de las tres grandes épocas de la civilización. La esclavitud —franca al principio, más o menos disimulada después— siempre las acompaña.

Federico Engels, El Origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado, Fundación Federico Engels, 2006, páginas 189 y 190.