Para Aristóteles, las manos fueron dadas a la humanidad, por la naturaleza, debido a que se trata de seres inteligentes que pueden usarlas; al contrario, Anaxágoras, según el mismo Aristóteles, decía que la humanidad está formada por seres inteligentes a causa de tales manos

668 (59 A 102) ARIST., Partes Animal. IV 10, 687a: Anaxágoras dice que el hombre es el más inteligente de los seres vivos a causa de tener manos, pero lo razonable es decir que ha recibido las manos por ser el más inteligente. En efecto, las manos son un instrumento, y la naturaleza —tal como un hombre sabio— asigna cada cosa al que puede usarla 24.

24 Así como podría decirse que el dios creador del Timeo es similar a un hombre sabio (es «demiurgo», o sea, «artesano», y piensa, quiere, etc.), así, para Aristóteles, la naturaleza aparece no como Dios pero sí como un «hombre sabio».
W. THEILER, Zur Geschichte der teleologischen Naturbetrachtung bis auf Aristoteles, Zurich-Leipzig, 1925, pág. 90, considera que con esto se expresa «la personificación completa» de la naturaleza, pero no por eso la identifica con el «Alma del Mundo» ( = Demiurgo, según THEILER, págs. 72-73) del Timeo y Leyes de Platón.

Los Filósofos Presocráticos II, Anaxágoras de Clazómenas, N.L. Cordero, F.J. Olivieri, E. La Croce, C. Eggers Lan, Editorial Gredos, 1994, página 326.