Para los autores, en cuanto a lo que dice Aecio en este pasaje, «lo ígneo en cuanto a la sustancia» deriva de Aristóteles

720 (59 A 71) AECIO, II 13, 3: Anaxágoras dice que el éter es ígneo en cuanto a la sustancia, y por la tensión del torbellino rotante, tras arrancar piedras a la tierra e incendiarlas, convierte a éstas en astros 61.

61 El éter (lo «ígneo en cuanto a la sustancia» deriva de Aristóteles, sin duda) juega su papel en la conformación de los astros a continuación de la rotación que pone en marcha el intelecto.

Los Filósofos Presocráticos II, Anaxágoras de Clazómenas, N.L. Cordero, F.J. Olivieri, E. La Croce, C. Eggers Lan, Editorial Gredos, 1994, página 357.