Para G. Romero, S. Hawking, actualmente, está perjudicando a la ciencia, porque habla sin fundamentos, no se basa en la evidencia y la razón, sino que, simplemente, se dedica a la especulación.

Se dice que es el libro (Breve historia del tiempo, de S. Hawking) más vendido y el menos entendido…

Es que es increíblemente malo porque no hace lo que tiene que hacer un libro de divulgación que es presentar una visión clara y objetiva del tema que está divulgando. En este caso, el tema es la naturaleza del tiempo y la cosmología pero no dice nada de esas cosas;  sólo una serie de divagues y comentarios de sus propios trabajos, muchos de ellos extraordinariamente especulativos pero presentados como física indiscutible. Uno de los mas grandes defectos de un divulgador es cuando presenta lo extraordinario, lo marginal como si fuese lo central. Hawking hace eso permanentemente. Entonces confunde enormemente al público y crea una imagen del científico como una persona que se expresa con frases enigmáticas, con sentencias inapelables que nadie le entiende. Yo creo que esto va en detrimento de la cultura y de la imagen de la ciencia.  Hawking le hace el juego a los grandes enemigos de la ciencia, a los irracionalistas y a los posmodernos; sobretodo cuando, por ejemplo, sale a decir que la filosofía ha muerto, que la filosofía no sirve para nada y después hace declaraciones filosóficas presentándose como positivista. O por ejemplo dice que la interpretación de Hugh Everett, de los universos paralelos en mecánica cuántica, es auto evidente. Disparates enormes. Entonces hay muchos filósofos que se nutren para sus trabajos exclusivamente de libros de divulgación y el que más usan es el libro de Hawking. Hay libros de divulgación muy buenos en cosmología, sobre problemas del espacio, del tiempo, pero la gente termina leyendo a Hawking, no puede entender nada y termina con una idea completamente distorsionada.

Hawking, yo creo, está haciendo un servicio muy flaco a la ciencia; de hecho yo creo que la está perjudicando. En 1982, por ejemplo, anunció el fin de la física teórica para fines de siglo XX en un marco de declaraciones ridículas que después nunca se cumplen, porque las hace sin fundamentos. Yo creo que la imagen que tiene que dar un científico es que nunca habla sin fundamento; es la esencia de la ciencia. O sea, basarse en la evidencia y en la razón y no simplemente en la especulación salvaje. Lo que hace Hawking es especulación salvaje. Hay otra gente que hace lo mismo pero no es tan conocida. Por ejemplo, Michio Kaku tiene ribetes payasescos y, pese a estar muy presente en televisión, no tiene la fama de Hawking. Yo los critico a los dos pero voy a criticar más a Hawking porque hay más gente que lo idolatra. Hawking debe su fama, en buena medida, a su discapacidad y no tanto a sus contribuciones empíricas porque hay otros que han hecho mejores contribuciones, no los conoce nadie y también han escrito libros de divulgación. Hawking es figura, en parte, por su situación física: se lo reconoce fácilmente. Él indudablemente usa su situación física para promoverse. Ahora, yo creo que los juicios científicos que emite una persona no deben ser evaluados en función de su estado físico, sino en base a lo que dice. Si dice una estupidez, dice una estupidez  independientemente de que tenga una enfermedad neurodegenerativa o no. Todos tenemos enfermedades: yo tengo hernias por todos lados pero no por eso voy a anteponer “no, si me criticás me duele la hernia”. No tiene nada que ver. Mezclan las cosas, pero mi punto era que, para mucha gente, Hawking es intocable y su palabra no se puede revisar jamás. Esa es la imagen que él pretende transmitir y esa es la imagen que, yo creo, hay que combatir porque es lo opuesto a lo que significa la ciencia.

Un Anaximandro del siglo XXI

Para G. Romero, hay libros de divulgación muy buenos sobre cosmología, sobre problemas del espacio, del tiempo, pero la gente lee a Hawking —porque es muy conocido—, no puede entender nada —ya que él basa lo que escribe en lo extraordinario, en lo marginal, y no en los hechos ya probados por la ciencia, por lo que termina especulando y, por lo tanto, siendo enigmático y, por consiguiente, poco claro—, y termina con una idea completamente distorsionada —de la ciencia y de los científicos; de estos, que son personas que se expresan con frases enigmáticas y con sentencias que nadie entiende.

Se dice que es el libro (Breve historia del tiempo, de S. Hawking) más vendido y el menos entendido…

Es que es increíblemente malo porque no hace lo que tiene que hacer un libro de divulgación que es presentar una visión clara y objetiva del tema que está divulgando. En este caso, el tema es la naturaleza del tiempo y la cosmología pero no dice nada de esas cosas;  sólo una serie de divagues y comentarios de sus propios trabajos, muchos de ellos extraordinariamente especulativos pero presentados como física indiscutible. Uno de los mas grandes defectos de un divulgador es cuando presenta lo extraordinario, lo marginal como si fuese lo central. Hawking hace eso permanentemente. Entonces confunde enormemente al público y crea una imagen del científico como una persona que se expresa con frases enigmáticas, con sentencias inapelables que nadie le entiende. Yo creo que esto va en detrimento de la cultura y de la imagen de la ciencia.  Hawking le hace el juego a los grandes enemigos de la ciencia, a los irracionalistas y a los posmodernos; sobretodo cuando, por ejemplo, sale a decir que la filosofía ha muerto, que la filosofía no sirve para nada y después hace declaraciones filosóficas presentándose como positivista. O por ejemplo dice que la interpretación de Hugh Everett, de los universos paralelos en mecánica cuántica, es auto evidente. Disparates enormes. Entonces hay muchos filósofos que se nutren para sus trabajos exclusivamente de libros de divulgación y el que más usan es el libro de Hawking. Hay libros de divulgación muy buenos en cosmología, sobre problemas del espacio, del tiempo, pero la gente termina leyendo a Hawking, no puede entender nada y termina con una idea completamente distorsionada.

Hawking, yo creo, está haciendo un servicio muy flaco a la ciencia; de hecho yo creo que la está perjudicando. En 1982, por ejemplo, anunció el fin de la física teórica para fines de siglo XX en un marco de declaraciones ridículas que después nunca se cumplen, porque las hace sin fundamentos. Yo creo que la imagen que tiene que dar un científico es que nunca habla sin fundamento; es la esencia de la ciencia. O sea, basarse en la evidencia y en la razón y no simplemente en la especulación salvaje. Lo que hace Hawking es especulación salvaje. Hay otra gente que hace lo mismo pero no es tan conocida. Por ejemplo, Michio Kaku tiene ribetes payasescos y, pese a estar muy presente en televisión, no tiene la fama de Hawking. Yo los critico a los dos pero voy a criticar más a Hawking porque hay más gente que lo idolatra. Hawking debe su fama, en buena medida, a su discapacidad y no tanto a sus contribuciones empíricas porque hay otros que han hecho mejores contribuciones, no los conoce nadie y también han escrito libros de divulgación. Hawking es figura, en parte, por su situación física: se lo reconoce fácilmente. Él indudablemente usa su situación física para promoverse. Ahora, yo creo que los juicios científicos que emite una persona no deben ser evaluados en función de su estado físico, sino en base a lo que dice. Si dice una estupidez, dice una estupidez  independientemente de que tenga una enfermedad neurodegenerativa o no. Todos tenemos enfermedades: yo tengo hernias por todos lados pero no por eso voy a anteponer “no, si me criticás me duele la hernia”. No tiene nada que ver. Mezclan las cosas, pero mi punto era que, para mucha gente, Hawking es intocable y su palabra no se puede revisar jamás. Esa es la imagen que él pretende transmitir y esa es la imagen que, yo creo, hay que combatir porque es lo opuesto a lo que significa la ciencia.

Un Anaximandro del siglo XXI

Para G. Romero, el libro de divulgación científica «Breve historia del tiempo», de S. Hawking, es malo porque el autor divaga y comenta en base a trabajos especulativos que no se basan en la evidencia y la razón, además, no es claro ni objetivo

Se dice que es el libro (Breve historia del tiempo, de S. Hawking) más vendido y el menos entendido…

Es que es increíblemente malo porque no hace lo que tiene que hacer un libro de divulgación que es presentar una visión clara y objetiva del tema que está divulgando. En este caso, el tema es la naturaleza del tiempo y la cosmología pero no dice nada de esas cosas; sólo una serie de divagues y comentarios de sus propios trabajos, muchos de ellos extraordinariamente especulativos pero presentados como física indiscutible. Uno de los mas grandes defectos de un divulgador es cuando presenta lo extraordinario, lo marginal como si fuese lo central. Hawking hace eso permanentemente. Entonces confunde enormemente al público y crea una imagen del científico como una persona que se expresa con frases enigmáticas, con sentencias inapelables que nadie le entiende. Yo creo que esto va en detrimento de la cultura y de la imagen de la ciencia.  Hawking le hace el juego a los grandes enemigos de la ciencia, a los irracionalistas y a los posmodernos; sobretodo cuando, por ejemplo, sale a decir que la filosofía ha muerto, que la filosofía no sirve para nada y después hace declaraciones filosóficas presentándose como positivista. O por ejemplo dice que la interpretación de Hugh Everett, de los universos paralelos en mecánica cuántica, es auto evidente. Disparates enormes. Entonces hay muchos filósofos que se nutren para sus trabajos exclusivamente de libros de divulgación y el que más usan es el libro de Hawking. Hay libros de divulgación muy buenos en cosmología, sobre problemas del espacio, del tiempo, pero la gente termina leyendo a Hawking, no puede entender nada y termina con una idea completamente distorsionada.

Hawking, yo creo, está haciendo un servicio muy flaco a la ciencia; de hecho yo creo que la está perjudicando. En 1982, por ejemplo, anunció el fin de la física teórica para fines de siglo XX en un marco de declaraciones ridículas que después nunca se cumplen, porque las hace sin fundamentos. Yo creo que la imagen que tiene que dar un científico es que nunca habla sin fundamento; es la esencia de la ciencia. O sea, basarse en la evidencia y en la razón y no simplemente en la especulación salvaje. Lo que hace Hawking es especulación salvaje. Hay otra gente que hace lo mismo pero no es tan conocida. Por ejemplo, Michio Kaku tiene ribetes payasescos y, pese a estar muy presente en televisión, no tiene la fama de Hawking. Yo los critico a los dos pero voy a criticar más a Hawking porque hay más gente que lo idolatra. Hawking debe su fama, en buena medida, a su discapacidad y no tanto a sus contribuciones empíricas porque hay otros que han hecho mejores contribuciones, no los conoce nadie y también han escrito libros de divulgación. Hawking es figura, en parte, por su situación física: se lo reconoce fácilmente. Él indudablemente usa su situación física para promoverse. Ahora, yo creo que los juicios científicos que emite una persona no deben ser evaluados en función de su estado físico, sino en base a lo que dice. Si dice una estupidez, dice una estupidez  independientemente de que tenga una enfermedad neurodegenerativa o no. Todos tenemos enfermedades: yo tengo hernias por todos lados pero no por eso voy a anteponer “no, si me criticás me duele la hernia”. No tiene nada que ver. Mezclan las cosas, pero mi punto era que, para mucha gente, Hawking es intocable y su palabra no se puede revisar jamás. Esa es la imagen que él pretende transmitir y esa es la imagen que, yo creo, hay que combatir porque es lo opuesto a lo que significa la ciencia.

Un Anaximandro del siglo XXI