El sofisma idealista respecto a la sensación consiste en tomarla por tabique o muro que separa la conciencia del mundo exterior y no por vínculo de la conciencia con el mundo exterior; consiste en tomarlo por “lo único existente” y no por la imagen de un fenómeno exterior correspondiente a la sensación

«Para todo naturalista no desorientado por la filosofía de cátedra, así como para todo materialista, la sensación es el verdadero vínculo directo de la conciencia con el mundo exterior, es la transformación de la energía de la exci­tación exterior en un hecho psíquico. Esta transformación la ha observado cada cual millones de veces y la observa en realidad a cada paso. El sofisma de la filosofía idealista consiste en tomar la sensación por tabique o muro que separa la conciencia del mundo exterior y no por vínculo de la conciencia con el mundo exterior; consiste en tomarlo por “lo único existente” y no por la imagen de un fenómeno exterior correspondiente a la sensación. Lo único que ha hecho Avenarius ha sido dar una forma ligeramente modi­ficada a este viejo sofisma, ajado ya por el obispo Berkeley. Como no conocemos aún todas las condiciones de la relación que observamos a cada momento entre la sensación y la ma­teria organizada de cierta manera, no admitiremos, por tanto, como existente más que la sensación; a eso se reduce el sofisma de Avenarius

V.I. Lenin, Obras Completas. Tomo 18. Materialismo y Empiriocriticismo. LA TEORÍA DEL CONOCIMIENTO DEL EMPIRIOCRITICISMO Y LA DEL MATERIALISMO DIALÉCTICO, página 46. Editorial Progreso. URSS 1983.

La sensación es el verdadero vínculo directo de la conciencia con el mundo exterior, es la transformación de la energía de la exci­tación exterior en un hecho psíquico, es la imagen de un fenómeno exterior

«Para todo naturalista no desorientado por la filosofía de cátedra, así como para todo materialista, la sensación es el verdadero vínculo directo de la conciencia con el mundo exterior, es la transformación de la energía de la exci­tación exterior en un hecho psíquico. Esta transformación la ha observado cada cual millones de veces y la observa en realidad a cada paso. El sofisma de la filosofía idealista consiste en tomar la sensación por tabique o muro que separa la conciencia del mundo exterior y no por vínculo de la conciencia con el mundo exterior; consiste en tomarlo por “lo único existente” y no por la imagen de un fenómeno exterior correspondiente a la sensación. Lo único que ha hecho Avenarius ha sido dar una forma ligeramente modi­ficada a este viejo sofisma, ajado ya por el obispo Berkeley. Como no conocemos aún todas las condiciones de la relación que observamos a cada momento entre la sensación y la ma­teria organizada de cierta manera, no admitiremos, por tanto, como existente más que la sensación; a eso se reduce el sofisma de Avenarius

V.I. Lenin, Obras Completas. Tomo 18. Materialismo y Empiriocriticismo. LA TEORÍA DEL CONOCIMIENTO DEL EMPIRIOCRITICISMO Y LA DEL MATERIALISMO DIALÉCTICO, página 46. Editorial Progreso. URSS 1983.