Aristóteles: para que lo uno sea infinito, necesariamente debe poseer un cuerpo, una longitud y una amplitud, es decir, debe ser corpóreo

Para Aristóteles, quien criticaba la noción de incorpóreo de Meliso, lo uno es infinito si tiene cuerpo, longitud y amplitud, es decir, si es corpóreo
Screenshot_20170712_214624Screenshot_20170712_205539Screenshot_20170712_205635Screenshot_20170712_205708Screenshot_20170712_205743Screenshot_20170712_205822
Los filósofos presocráticos II, Meliso de Samos, N.L. Cordero, F.J. Olivieri, E. La Croce, C. Eggers Lan, Editorial Gredos, 1994, páginas 114 a 116

En Meliso, que el ser sea incorpóreo significa que es carente de toda forma, diferenciación, y determinación, algo así como el ápeiron de Anaximandro, el hómoion o asómaton

En Meliso, el vocablo incorpóreo puede tener el significado de carente de toda propiedad, de diferenciación cuantitativa o cualitativa, de partes, en suma, y excluye toda figura o forma determinada, expresando, así, una noción muy cercana tanto a ápeiron como a hómoion.

Para algunos estudiosos, en Meliso no se representaba un ser incorpóreo, ni polemizaba contra un ser de otra filosofía, sino definía un aspecto de su ser, como asómaton, es decir, existente por sí y carente de toda determinación.
Screenshot_20170712_205334Screenshot_20170712_205440Screenshot_20170712_205516Screenshot_20170712_205539Screenshot_20170712_205635Screenshot_20170712_205708Screenshot_20170712_205743Screenshot_20170712_205822

Los filósofos presocráticos II, Meliso de Samos, N.L. Cordero, F.J. Olivieri, E. La Croce, C. Eggers Lan, Editorial Gredos, 1994, páginas 113 a 116