Para Simplicio, en la cosmogonía de Anaxágoras, la tierra está concentrada, junto a lo frío y oscuro en el centro, mientras que lo sutil, lo caliente y lo seco están en la parte más lejana del éter

722 (59 B 15) SIMPL., Fís. 179, 3-6: Y poco después [añade Anaxágoras]: «Lo frío y lo oscuro se han concentrado allí donde ahora está (la tierra), en tanto que lo sutil, lo caliente y lo seco se desplazan hacia la parte más lejana del éter» 62.

62 En este texto y en el anterior (de Hipólito) suele traducirse «hacia la parte más alta del éter» (o a la parte más externa,), lo cual es conceptualmente correcto; pero nosotros nos atenemos literalmente al texto, lo cual no da una diferencia importante.

Los Filósofos Presocráticos II, Anaxágoras de Clazómenas, N.L. Cordero, F.J. Olivieri, E. La Croce, C. Eggers Lan, Editorial Gredos, 1994, páginas 357 y 358.

Según Hipólito, las cosas contrapuestas a la tierra, a lo denso, a lo húmedo, a lo oscuro, y a lo frío, fueron impulsadas hacia la parte más profunda del éter

721 (59 A 42) HIPÓL., I 8, 2: Todas las cosas participan del movimiento y, movidas por el intelecto, se agrupan las similares. También las cosas que están en el cielo fueron ordenadas cósmicamente por el movimiento circular. Lo denso y húmedo lo oscuro y frío y todas las cosas convergieron en el centro, y estas cosas, solidificadas, dieron consistencia a la tierra. Las cosas contrapuestas a éstas, tales como lo caliente y lo brillante, lo seco y lo ligero, fueron impulsadas hacia la parte más distante del éter.

Los Filósofos Presocráticos II, Anaxágoras de Clazómenas, N.L. Cordero, F.J. Olivieri, E. La Croce, C. Eggers Lan, Editorial Gredos, 1994, página 357.